lunes, 28 de noviembre de 2011


Un Mundo Feliz.


Cuando estoy inspirado -la otra noche lo estaba bastante- me suelen salir unas creaciones un tanto curiosas, por denominarlo de alguna manera, por ello y tras la lectura que realicé a este libro, decidí crear esta nueva entrada al blog, que espero actualizar más regularmente. 


No hace mucho teimpo, manteniendo unas epístolas electrónicas con una persona, me hacía saber que le llamaba la atención la escritura, y que al leer el texto que plasmé en un momento dado, hizo que volvieran a renacer en el esos pensamientos de retomar la pasión por la escritura. Hazlo - le dije-, no te cortes, retomalos. Creo que una de las formas más bellas que tiene el ser humano de comunicarse, es mediante la escritura, y creeme, que así lo han hecho muchísimas personas, mediante verso o prosa, pero han plasmado sus pensamientos, sus sentimientos o teorías. ¿qué has hecho tú con tu tesis doctoral? Plasmar por escrito la investigación que ha sido fruto del esfuerzo y el tiempo invertido y, de esa manera perpetuarla para que, otra gente pueda empaparse de ese saber.

Una buena forma de "darle nombre a las cosas" es dejarse llevar por tu espíritu, por tu pensamiento, realizar un ejercicio de escucha interior, al principio cuesta, pero poco a poco, y como se va ejercitando, van saliendo casi solas. ¿Cómo te crees que hice yo para plasmar esos esos sentimientos que pudiste leer? Fácil, esuchando mi espíritu, y redactando con mi mente. 

Si hay algo que todavía nos hace ser auténticos, originales y diferentes unos de otros, son nuestras creaciones literarias, ya que lo que yo plasme, será completamente diferente a ls plasmado por ti, y no hay nada más enriquecedor que esto. Esto último me recuerda a la nove la Huxley, "Un mundo Feliz", en la cual los individuos son decantados ya socializados y preparados para ejercer un único papel invariable en la Tecnópolis. Hombres y mujeres estandarizados, en grupos uniformes. [...] ¡Noventa y seis mellizos iguales trabajando en noventa y seis máquinas idénticas. Y todo esto con el único pretexto de crear una estabilidad social, ya que no hay estabilidad social sin una estabildiad individual. ¡Qué lastima si todos los seres humanos fuesemos iguales! Ciertamente la lectura de la novela de Huxley, ya estaba profetizando lo que en un futuro podría pasar, y que lastima si la ciencia y la tecnología pudiera llegar a este punto.