jueves, 8 de noviembre de 2012

Reflexiones cubistas II. Juan Gris y María Blanchard.


Actualmente, durante estos días, podemos asistir a uno de esos ejemplos en el que, mediante dos exposiciones paralelamente desarrolladas en lugares diferentes, y por entidades diferentes, presenciar la obra de dos artistas coetáneos y que destacaron por su obra en un movimiento concreto y peculiar como fue el cubismo. Me refiero a María Blanchard y Juan Gris.
                Desde el Espacio Fundación (Fundación Telefónica) nos proponen un paseo muy interesante, a través de su colección cubista, por la obra de Juan Gris. Por otro, El Museo Reina Sofía, hace una puesta en valor de la personalidad de María Blanchard, una de las grandes desconocidas de este movimiento cultural que tanto revolucionó el principio del siglo XX.
Ambas personalidades, tiene una gran cantidad de características en común, pudiendo citar como ejemplo, podríamos decir que ambos nacieron en España, que ya desde pequeños tenían un gusto especial por las artes, o lo que es más importante, que ambos en fechas muy cercanas, deciden emprender viaje a París instalándose ambos en el barrio de Montparnasse, y fue precisamente este hecho, el que hizo que ambos estuvieran en contacto con el panorama cubista europeo, y lo que es más importante, que ambos se conocieran mutuamente. Todo esto hizo que ambos, a diferencia de otros artistas de su época como por ejemplo Picasso o Braque, que tuvieron varias etapas dentro de su trayectoria, toda su obra fue dominaba por el cubismo, no existiendo manifestaciones bajo otras expresiones artísticas.
                ¿Qué se encuentran ambos en París a su llegada? Un panorama artístico marcado por la denominada “École de París” en el que predominan toda una serie de directrices marcadas por la Bauhaus, la cual intentaba llevar a cabo la transformación de los impulsos revolucionarios en procesos metodológicos y la proyección sobre el futuro en programación y proyectismo. No había otro tema de discusión en esas tertulias que se daban lugar en los grandes cafés de Montparnasse. Un panorama artístico dominado por tres figuras colosales del movimiento artístico del siglo XX: Picasso, Matisse Y Braque. Picasso en 1907, con su obra “Las señoritas de Avignon” puso en crisis toda tradición figurativa, sirviéndose del Cubismo para abrir nuevos caminos al arte. Ya se analizaba el cubismo en una capitulo anterior de este blog de reflexiones. No se puede ver con los ojos de una pintura figurativa, en el estos momento el arte no sirve como medio de una representación fiel de la realidad, esa barrera ya ha sido superada, además con el auge y el impulso de otros medios de masas, como lo fotografía, no tendría sentido. Hay que ver el cubismo como una rompecabezas, ya que es eso una descomposición de las figuras que aparecen representadas en el lienzo.
                Pero analizando varias exposiciones, podemos observar como en este caso el Museo Reina hace una retrospectiva de Blanchard mostrando obras representativas de las diversas etapas, como época madrileña de aprendizaje, su primer viaje a Paris, o posteriormente su vuelta definitiva a la capital francesa.  Viendo las obras, podemos destacar como el cubismo de Blanchard, se caracteriza por su intento de redefinir la “pintura pura”, con elementos como superficies planas coloreadas, o síntesis de formas. Esto nos hace reflexionar como Blanchard sigue una trayectoria cercana la estela de Juan Gris.  En definitiva, una exposición, interesantísima, donde el único defecto, aunque grande, es la falta de un criterio expositivo, que haga que la experiencia de ver la muestra sea mucho más fácil y agradable al visitante, que en muchos momentos, se puede sentir perdido por la diversas salas que componen la muestra.
                Por otro lado, el Espacio Fundación Telefónica, nos presenta una selección de obras procedentes de su colección cubista, centrada en torno a la figura de Juan Gris. La exposición se organiza en varios capítulos, centrados en la importancia y desarrollo del cubismo, como el hecho de intentar poner de manifiesto la figura de Juan Gris como representante de una nueva definición del Cubismo, todo ello apoyado con una  sección documental y audiovisual.  En este caso, el criterio expositivo, es delicado, a lo cual contribuye el nuevo especio de exposiciones de la Fundación Telefónica, didáctico, ya que se apoya en las diversas pantallas táctiles con contenidos relacionados.
                En definitiva, dos exposiciones para no perderse, ya que podemos tener la oportunidad de la analizar la obra de ambos, así como la similitudes artísticas que caracterizaron estos dos cubistas, que destacaron, entre otras cosas, por tener una trayectoria artística mayor cubista, una cubismo más particular, al contrario que otro autores contemporáneos como es el ejemplo de Picasso, que iba adaptándose a los parámetros de la vanguardias coetáneas, teniendo como consecuencia una obra muy rica y variada.  

                 
                                                    obra cubista de Maria Blanchard


                                                     obra cubista de Juan Gris
                                                   

lunes, 7 de mayo de 2012

REFLEXIONES CUBISTAS.

Ante la gran diversidad de corrientes y tendencias que podemos encontrar a lo largo de todo el siglo XX, resulta muy difícil enfrentarse a ellas de una forma global, por lo que es completamente aconsejable enfrentarse de una forma individual y específica, aunque cabe indicar que muchas de ellas, tiene un denominador común en casi todos los artistas que participan en estas corrientes: incorporar lo experimental al mundo del arte. Para ello si recordamos el cubismo, y como de forma experimental usaron la técnica del collage, se observa como esta máxima, se cumple como denominador común, técnica experimental que marco una influencia, no solamente para las primeras vanguardias, sino para todo una serie de manifestaciones artísticas que se fueron produciendo  de una forma paulatina, posteriormente a esta. 

Junta a esto, se debe destacar un concepto clave, que de cierta manera influía en toda esta serie de manifestaciones artísticas. La Modernidad. Este concepto suponía innovación y cambio, conllevando por consiguiente, un profundo rechazo con todo lo que tenía que ver con lo anterior. Y justamente esta es una de las axiomas que caracteriza al cubismo, ya que los artistas clasificados bajo este estilo dejaron de pintar los objetos tal y como los veían, empezando a pintarlos tal y como los pensaban, siendo esta la ley que era adoptaba por el pintor cubista. Para ello, tuvieron que forzar los objetos, los allanaron y privaban de volumen y de la ilusión de un revestimiento superficial; ya no se veía una simple silla, mesa o jarrón, o incluso, un simple ser humano, ya que se introducía el concepto de la cuarta dimensión, es decir, el hecho de ver el objeto desde varios puntos de vista. Este proceso llevó finalmente a la reproducción simultánea de diversos aspectos de la realidad, o incluso, diversas vistas del mismo objeto, observado en diversos momentos del tiempo que eran representadas de una forma conjunta. Este concepto llegó hasta tal punto, que en muchos casos, los cubistas perseguían la reproducción, ya no la apariencia dle objeto, sino de "la Cosa en sí misma" como lo denominó Kant, es decir, en vez de reproducir aspectos más o menos comunes o accidentales o incluso parciales de una realidad, pretendían representar una misma realidad, basándose en una nueva concepción del espacio y del tiempo.

Una vez contextualizado un poco este movimiento, de forma mínima y somera, me gustaría centrarme en ua de las obras cumbres del Cubismo. El Guernica. Es una obra que desde que la vi por primera vez en el Museo Reina Sofia, no dejaba de impresionarme. Cuando la observaba de forma atónita, me asaltaban una serie de sensaciones, que ha dia de hoy, es la que me hacen escribir este post. ¿Qué es? ¿Cómo surge? ¿Qué representa?

Picasso, simpatizante al gobierno de la república, recibe el encargo de realizar un mural destinada a decorar uno de los lugares más importantes del pabellón de la Exposición mundial de París. Picasso pensó en plasmar en un primer momento una representación alegórica de la libertad del arte. Sin embargo, un hecho, el bombardeo de la ciudad de Guernica el 26 de abril de 1937 por tropas alemanas, hizo que el artista cambiara de opinión, y por consiguiente, se representara algo completamente distinto. Quizás el cambio de temática estuvo determinado por el hecho de que el bombardeo  no tenía ninguna relevancia militar, y cuya destrucción fue un verdadero acto de terror, hecho que hizo el acto adquiera una gran significación política.

En la obra, el autor no describe o representa el ataque alemán, sino sus consecuencias. Los colores usados: pocos, denominando fundamentalmente negro, blanco y gris. El marco compositivo, un triangulo plano en el que se enmarcan ocho figuras, que en vez de actuar, padecen los efectos de una actuación: ocupando la posición central un caballo apocaliptico que está mortalmente herido levantando el cuello de forma agonizante, bajo él, se encentra el jinete destrozado por la metralla; una mujer corre hacia el centro, otra cuyo brazo se levanta por encima de su cabeza y se dirige hacia el interior del cuadro, sostiene una vela  que ilumina la fatal escena, mientras que a la derecha otra mujer sucumbe chillando y a la izquierda, una cuarta mujer sostiene a su hijo muerto entre los brazos.

Sobre la figura aparece un toro, inaccesible y orgulloso, con los ojos muy abiertos, quizás como símbolo de la España invencible, o de la indiferencia ante el el triunfo del mal. Las llamas que se elevan por encima de la casa de la mitad derecha del cuadro, están representadas de forma esquemática, asi como la luz solar que irradia de forma irónica una bombilla. Los cuerpos destrozados tienen un significado alegórico. El enemigo no se muestra, permanece anónimo.

Sirvan estas palabras para comprender ese gran símbolo en el que se ha convertido esta obra de arte, y que puede ser admirada en la Salas del Museo Nacional de Arte Reina Sofía. 


viernes, 6 de abril de 2012







En dias anteriores hemos presenciado como una de las aplicaciones para móviles inteligentes (prefiero este último término al de smatphone), ha sido portado al sistema operativo del robot verde, android, sistema operativo que, todo sea dicho de paso, cada vez más tiene más usuarios. Me refiero a Instagram, red social de fotografía con la que podemos retocar y compartir imágenes que captamos con nuestro teléfonos.

La llegada de Instagram a Android, ha venido envuelta de una absurda polémica, acerca si  debía de haber permanecido en exclusiva en ios, argumentando toda una serie de razones absurdas, como la calidad de la cámara de los dispositivos, o el hecho de que se van a producir un aumento de la subida de fotografías de baja calidad. En cualquier caso, razones absurdas, pero que decierto modo han influido en la aparición de aplicación, y por consiguiente, acarreando que sea portada al universo android mucho más tarde de los normal, hasta que, de cierta manera, se han vistos obligados a la adaptación de la aplicación, presionados con la creciente activación de dispositivos con android, y por consiguiente, aprovechar el tirón que los desarrolladores de la aplicación podria obtener con el aumento de la comunidad de la red social. Más si se tiene en cuenta que en android ya existían toda una serie de aplicaciones que que hacían lo mismo, o incluso mucho mejor, las funciones que nos permite realizar esta app. My tubo, Hipter (esta disponible en ambas plataformas), picSay.... podía seguir.... en cualquier caso si era muy deseada la llegada de este aplicación, era por la comunidad que tenía.... y que ahora se verá muy aumentada por usuarios de android..... y para aquellos usuarios de ios que sigan pensando que que se deteriorará la calidad de las imagenes, les recuerdo que puede elegir a que usuarios o no seguir, así que, de cierta manera, puede seguir ellos mismos con su exclusividad y seguir tan solo a usurios que tengan iphone.

De momento, usaré esta aplicación para compartir mis fotografías......


miércoles, 8 de febrero de 2012


La Felicidad!


Las palabras son fuente inagotable de nuevas sensaciones, mediante este instrumento con el cual el ser humano tiene la capacidad de comunicarse, se pueden intercambiar formas de pensar, podemos descubrir nuevas teorías, o empujan ideas. Las palabras, pueden ser semillas, pero para que fructifiquen deben de caer en terreno fértil....

No hace mucho tiempo leí que una persona que viva de media unos 85 años, que equivale a unos 30000 días. Que breve se nos queda la vida, y quizás por eso, se en cada uno de esos días esta presente la ilusión, seguramente nos conducirá a que en cada uno de esos días, como consecuencia de esa ilusión, habremos tenido algún momento de felicidad, por lo que podremos llegar a decir que por lo menos se habrán poddido tener 30000 momentos felices. Quizás con esta máxima, si nosotros somos felices y tenemos momentos felices, podemos hacer un poco más felices a los que nos rodean..... eso creo que también esta claro. ¡Y qué cosa más bonita que participar en la felicidad de alguien! Es como precisamente decía Leire en monólogo que aparece en la película Piedras. Evidentemente, como seres humanos que somos, podemos sentir miedo, miedo a que alguien acampe en nuestro interior, no sabemos con que intenciones puede aproximarse a nuestra persona, es por ello que quizás, y con el paso del tiempo y de las experiencias que vivimos, muchas veces ponemos mas exigencias o somos mas exigentes a esa personas que intentan acampar en nuestro interior, aún a sabiendas que puede ser una de las formas que más puedan enriquecernos, por eso, aunque el miedo es natural en el hombre prudente, es de valientes saberlo vencer....

Me gustaría citar una frase que leí hace muy poco. Un afecto es una convicción. En este momento quiero usar estas palabras de Víctor Hugo, para seguir refiriéndome a la felicidad. Y es que con relación a lo que comentaba en el anterior párrafo, no hace muco tiempo, tras la lectura de un libro, llegue a la determinación de que muchos de nuestros sentimientos tiene una doble polaridad, y que por consiguiente, el secreto de la felicidad puede que radique en saber potenciar y cultivar nuestras emociones y sentimientos positivos y tonificantes, y evitar y superar los negativos, que no nos aportan nada bueno.

Este libro, que fundamenta la felicidad en diez pilares, plantea que sólo así, se puede llegar a un estado personal de plenitud y felicidad, a una consistencia interna, sea cual sea el momento y el lugar en el que el individuo se encuentre. Estos pilares son: Amor, humor, empatía, sabiduría, libertad, salud, motivación, autocontrol, valentía, así como la fortaleza y grandeza de espíritu. 

Como conclusión dejo la siguiente máxima para que, si el lector lo estima oportuno, reflexione acerca de de ella. La Felicidad auténtica ni se persigue, ni se busca, ni se encuentra; se crea cada instante con lo que se piensa, siente y se hace. El sentimiento de gozo, indescriptible, mezcla de plenitud y de alegría, que disfrutamos en muchos momentos de la vida y que llamamos felicidad, al no ser índole interna, no es algo que se pueda perseguir como una meta, o buscar como quien busca un tesoro y lo encuentra , sino que es algo tan personal y a la medida de cada persona que tiene que ser de creación propia. Es consecuencia directa de los pensamientos, deseos y conducta.